Cuando se conocieron los resultados de las elecciones del 20D, los que pensamos en clave de necesario cambio de gobierno tuvimos la sensación de que se había conseguido acabar con las políticas antisociales del PP y Rajoy ya era un cadáver político. Craso error, después de comprobar la incapacidad de las fuerzas del cambio para ponerse de acuerdo, anteponiendo sus ambiciones personales y de partido a los intereses de la mayoría de los ciudadanos, hasta provocar unas nuevas elecciones generales solo queridas por ellos. El fracaso de quienes defendían el cambio está servido, y han conseguido resucitar a Mariano Rajoy.