Paseando por Gijón: El Cerro de Santa Catalina

por | 8 noviembre 2012

Si eres capaz de adaptar tu vida a las circunstancias que te rodean, y consigues aprovechar al máximo tus momentos de ocio, puedes llegar a ser feliz, o algo parecido. Eso es al menos lo que intento a diario, y que mejor que exprimir al máximo los encantos de la ciudad en la que vives.

Nos equivocamos si pensamos que con visitar un lugar una vez ya lo tenemos visto, y cuando volvamos siempre será igual. La fotografía demuestra que todo está en permanente evolución, porque la luz hace que cada rincón sea siempre diferente, e incluso el estado de ánimo nos hace ver lo mismo de distinta manera.

A estas alturas nadie duda ya que estoy loco por la fotografía, y que lo mio más que una afición es una adicción, que me lleva a disparar de forma enfermiza mi cámara,  mi iPhone, o cualquier artilugio que pueda captar una imagen. Lo siento, soy así y no molesto a nadie, al menos eso es lo que pretendo.

Os juro que el pasado domingo solo salí a comprar el pan, y cuando quise darme cuenta ya había subido a Instagram 33 fotografías. Un  paseo por el Cerro de Santa Catalina con mi iPhone tuvo la culpa, y no podía desperdiciar la buena luz que nos acompañaba, y los contrastes que el cielo me brindaba con muchas nubes amenazando lluvia.

Reconozco que no me confirmé con reflejar la realidad, y utilicé algunos filtros  para dar fuertes contrastes a las imágenes.

Pensaba limitar a la época estival mi sección «Paseando por Gijón», pero he descubierto que el otoño da mucho de si, y quizás el invierno y la primavera sean igualmente apetecibles. Si no tengo otra cosa que hacer, y me apetece, ¿por qué no hacerlo?.

Eso si, prometo ser variado en las rutas, no sea que canse demasiado al personal.

De seguir así me puedo convertir «de facto» en un cronista gráfico de la Villa de Jovellanos. Si mis antepasados levantaran la cabeza, es posible que fuesen seguidores de SInLaVeniA.

Un buen final en el recorrido siempre es positivo. Y que mejor que despedirse con una imagen de un lugar emblemático de Gijón, como es la Cuesta del Cholo; en esta ocasión totalmente vacía.

 

Share