¿De qué se ríen los dirigentes del PP? Si realmente estuviesen manifestándose en apoyo de las víctimas del terrorismo parecería más sensato guardar la compostura con un rostro más serio, aunque fuese para guardar las apariencias; pero se ríen o se sonríen porque en realidad están allí para hacer política de partido, y para seguir «utilizando» el terrorismo y a sus víctimas por motivos puramente electorales. No he podido ver una sola foto de las publicadas en la que no aparezcan con rostro alegre y Ana Botella exhibiendo sus incisivos.
Lo cierto es que se confirmó lo que todos ya sabíamos, que era una manifestación contra el Gobierno; los madrileños ya lo saben, y poco a poco dejan de participar en estas movidas porque se cansan de sentirse manipulados. El fracaso, por mucho que se empeñe Doña Esperanza Aguirre en aumentar la participación a través de sus funcionarios más fieles, ha sido evidente. ¿Cuales son las causas?:
–1ª) La ya apuntada de que realmente es una manifestación contra el gobierno, lo que se ha corroborado con los numerosos carteles exhibidos de burla a Zapatero, y los gritos en su contra.
–2ª) Tan solo «se apoyan», o mejor dicho se «utilizan», unas víctimas, las del terrorismo de ETA, y no todas. Y se marginan, a modo de ejemplo, a las víctimas del 11M, a pesar de haber sido el atentado más sangriento que conocemos.
–3ª) Resulta ridículo manifestarse contra el proceso de paz, cuando éste ya finalizó hace meses, por culpa exclusivamente de ETA, y ya nadie duda de que no hubo concesiones políticas. Y más ridículo todavía cuando la actual política del gobierno está dando unos espectaculares resultados, con detenciones de etarras e impidiendo actos terroristas. Y no olvidemos que la actual cúpula de HB, con Otegui al frente, se encuentra en prisión.
–4ª) La división interna del PP, dado que su sector más sensato no apoya este tipo de manifestaciones; tan solo acuden los dirigentes más próximos a la extrema derecha (Acebes, Zaplana, Mayor Oreja, Ana Botella, Astarloa, Esperanza Aguirre…). No estaba Don José María, que se inventó una conferencia en Georgetown; ni Rajoy, que ya no sabe qué hacer para no estar junto a sus «amigos».
¿Cuantos fueron los asistentes? La Comunidad de Madrid estima unos 550.000 participantes (cuatro veces menos que en citas anteriores), la prensa habla de miles y no de cientos de miles por lo que supone que no llegaron a los 100.000, la Delegación del Gobierno habla de 76.875, y «El Manifestómetro» hace mención a 61.800 participantes, basándose en fotografías de control de asistentes que arroja una ocupación real de superficie de vía pública de 20.600 m2, admitiendo 3 personas por m2.
Este último método parece ser el más exacto, y el que siempre se debería de utilizar para no engañar a los ciudadanos. Para ser cierta la participación de 550.000 manifestantes, tendría que haber una densidad de 27 personas por m2.
Utilizando el «método Rajoy», el mismo del que hizo uso en el referéndum del Estatut, y partiendo de que en Madrid y su área metropolitana estaban censados en 2006, 5.843.031 habitantes, en base a una participación de 61.800 personas, resultaría que asistieron a la manifestación un 1,05767 % de su población y dejaron de asistir un 98.94233 %. Si hacemos caso a Esperanza Aguirre, que admite que un metro cuadrado pueda ser ocupado por 27 personas, sobre una participación de 550.000 manifestantes resulta que acudieron un 9,41292%, y dejaron de acudir un 90,58707%. Es decir que en el mejor de los supuestos más de un 90% de los habitantes de Madrid y sus alrededores se quedaron en sus casa o se fueron a la sierra.
Y mientras tanto ETA se jacta de la falta de unidad de los demócratas y consigue a diario ser portada de todos los medios de comunicación; y pese a ello Isabel San Sebastián, se ofende que José María Calleja la acuse de «engordar a ETA».